Mi corazón está plenamente agradecido por haber sido bendecid@ por tu amada presencia. Tu valor, tu amor, tu fidelidad y tus palabras tienen un valor incalculable. Bendito el día en que Dios decidió que tú fueras mi hermana.
Pensar en ti es sentir que el cariño y el abrazo cálido me envuelven. Una hermana como tú es quien me hace sentir que puedo contar con alguien incondicional y que en momentos de tristeza o de alegría, estás conmigo. Gracias hermana mía.
Porque el amor de hermana no tiene sustituto, porque me conoces tal y como soy, porque me aceptas a pesar de todas mis faltas, porque posiblemente pensarás que “no te queda de otra”, pero siempre estás conmigo. Por todo eso: Eres mi hermana consentida, te quiero mucho.
Lo genial de tener una hermana, es que trae integrada a tu mejor Amiga.
Es grande mi admiración por ti, he de aprender de tu perseverancia y esa capacidad que tienes de amar y perdonar. Dios te bendiga hoy, mañana y siempre mi querida hermana...
0 comentarios:
Publicar un comentario