10 CONSEJOS PARA LA COMUNICACIÓN EN UNA RELACIÓN.
1 – Aprende a expresar tus sentimientos y frustraciones honestamente, pero sin acusar o atacar a la otra persona.
El hipócrita con la boca daña á su prójimo: Mas los justos son librados con la sabiduría. (Proverbios 11:9).
2 – Escoge palabras, expresiones y un tono de voz que sea suave y apacible. No uses lenguaje que fácilmente pueda ofender o provocar una discusión.
La suave respuesta aparta el furor, Pero la palabra hiriente hace subir la ira. (Proverbios 15:1).
3 – No exageres, distorsiones, o estires la verdad. Evita palabras extremas como nunca y siempre.
Por tanto, dejando a un lado la falsedad, HABLEN VERDAD CADA CUAL CON SU PROJIMO, porque somos miembros los unos de los otros. (Efesios 4:25).
4- Comparte ejemplos actuales y específicos. De ser necesario, anótalos antes de comunicarlos. Evita las generalizaciones.
El necio no se deleita en la prudencia, sino sólo en revelar su corazón. (Proverbios 18:2).
5 – Decide buscar soluciones en vez de solo dar a conocer tus quejas. La meta no es vengarte; la idea es resolver los problemas.
Nunca paguen a nadie mal por mal. Respeten (Consideren) lo bueno delante de todos los hombres. Si es posible, en cuanto de ustedes dependa, estén en paz con todos los hombres. Amados, nunca tomen venganza ustedes mismos, sino den lugar a la ira de Dios, porque escrito está: "MIA ES LA VENGANZA, YO PAGARE," dice el Señor. "PERO SI TU ENEMIGO TIENE HAMBRE, DALE DE COMER; Y SI TIENE SED, DALE DE BEBER, PORQUE HACIENDO ESTO, CARBONES ENCENDIDOS AMONTONARAS SOBRE SU CABEZA." No seas vencido por el mal, sino vence el mal con el bien. (Romanos 12:17-21).
6 – Escucha lo que la otra persona dice, siente y necesita. Procura detectar sus verdaderas preocupaciones.
Esto lo saben, mis amados hermanos. Pero que cada uno sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para la ira; (Santiago 1:19).
7 – Rehúsa dar rienda suelta a rencores, ira, renuncias o argumentos. Aunque estas emociones son normales, dar rienda suelta a las mismas, es pecado.
ENOJENSE, PERO NO PEQUEN; no se ponga el sol sobre su enojo, (Efesios 4:26).
8 – No vaciles en reconocer tus propios errores, y se pronto en perdonar. Asegúrate de no albergar resentimientos.
¡Tengan cuidado! Si tu hermano peca, repréndelo; y si se arrepiente, perdónalo. Y si peca contra ti siete veces al día, y vuelve a ti siete veces, diciendo: 'Me arrepiento,' perdónalo. (Lucas 17:3-4).
9 – Continúen dialogando y haciendo preguntas hasta que ambos entiendan con claridad lo que el otro dice y siente. No se desanimen en la búsqueda de una solución.
Así que procuremos lo que contribuye a la paz y a la edificación mutua. (Romanos 14:19).
10 – Entrena tu boca y tu corazón hasta que puedas decir lo correcto, en el tiempo correcto y por las razones correctas.
No vivan ya según los criterios del tiempo presente; al contrario, cambien su manera de pensar para que así cambie su manera de vivir y lleguen a conocer la voluntad de Dios, es decir, lo que es bueno, lo que le es grato, lo que es perfecto. (Romanos 12:2).
Fuente: Agradeci2
2 – Escoge palabras, expresiones y un tono de voz que sea suave y apacible. No uses lenguaje que fácilmente pueda ofender o provocar una discusión.
La suave respuesta aparta el furor, Pero la palabra hiriente hace subir la ira. (Proverbios 15:1).
3 – No exageres, distorsiones, o estires la verdad. Evita palabras extremas como nunca y siempre.
Por tanto, dejando a un lado la falsedad, HABLEN VERDAD CADA CUAL CON SU PROJIMO, porque somos miembros los unos de los otros. (Efesios 4:25).
4- Comparte ejemplos actuales y específicos. De ser necesario, anótalos antes de comunicarlos. Evita las generalizaciones.
El necio no se deleita en la prudencia, sino sólo en revelar su corazón. (Proverbios 18:2).
5 – Decide buscar soluciones en vez de solo dar a conocer tus quejas. La meta no es vengarte; la idea es resolver los problemas.
Nunca paguen a nadie mal por mal. Respeten (Consideren) lo bueno delante de todos los hombres. Si es posible, en cuanto de ustedes dependa, estén en paz con todos los hombres. Amados, nunca tomen venganza ustedes mismos, sino den lugar a la ira de Dios, porque escrito está: "MIA ES LA VENGANZA, YO PAGARE," dice el Señor. "PERO SI TU ENEMIGO TIENE HAMBRE, DALE DE COMER; Y SI TIENE SED, DALE DE BEBER, PORQUE HACIENDO ESTO, CARBONES ENCENDIDOS AMONTONARAS SOBRE SU CABEZA." No seas vencido por el mal, sino vence el mal con el bien. (Romanos 12:17-21).
6 – Escucha lo que la otra persona dice, siente y necesita. Procura detectar sus verdaderas preocupaciones.
Esto lo saben, mis amados hermanos. Pero que cada uno sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para la ira; (Santiago 1:19).
7 – Rehúsa dar rienda suelta a rencores, ira, renuncias o argumentos. Aunque estas emociones son normales, dar rienda suelta a las mismas, es pecado.
ENOJENSE, PERO NO PEQUEN; no se ponga el sol sobre su enojo, (Efesios 4:26).
8 – No vaciles en reconocer tus propios errores, y se pronto en perdonar. Asegúrate de no albergar resentimientos.
¡Tengan cuidado! Si tu hermano peca, repréndelo; y si se arrepiente, perdónalo. Y si peca contra ti siete veces al día, y vuelve a ti siete veces, diciendo: 'Me arrepiento,' perdónalo. (Lucas 17:3-4).
9 – Continúen dialogando y haciendo preguntas hasta que ambos entiendan con claridad lo que el otro dice y siente. No se desanimen en la búsqueda de una solución.
Así que procuremos lo que contribuye a la paz y a la edificación mutua. (Romanos 14:19).
10 – Entrena tu boca y tu corazón hasta que puedas decir lo correcto, en el tiempo correcto y por las razones correctas.
No vivan ya según los criterios del tiempo presente; al contrario, cambien su manera de pensar para que así cambie su manera de vivir y lleguen a conocer la voluntad de Dios, es decir, lo que es bueno, lo que le es grato, lo que es perfecto. (Romanos 12:2).
Fuente: Agradeci2
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